Porque cada vez que conocemos una nueva frase nos morimos de ganas de contársela al mundo, de usarla de eslogan principal en nuestra vida, de usarla para sonreír.
Y se que hay frases más preciosas que esta, pero desde el momento que la escuché por primera vez salir de tu boca, te juro que me enamore de ella: Te quiero.
La frase más simple del mundo, que tú has convertido en algo que ha marcado mi vida, que cada vez que la pronuncias, mis ojos brillan, mi corazón se acelera, mi sonrisa se precipita y te juro que a la luna le he visto una lágrima.
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